El síndrome de Miller-Fisher (SMF) es un trastorno nervioso autoinmune poco común que suele provocar alteraciones de la coordinación, el equilibrio y las funciones de la parte superior del cuerpo, incluyendo el movimiento ocular y facial. Su prevalencia se estima en aproximadamente 1 por cada 100.000 personas.
Habla con un especialista
Acerca de la asistencia para copagosEste trastorno representa una variante o subtipo de Síndrome de Guillain-Barré (SGB), otro trastorno nervioso autoinmune, pero más prevalente. El SGB suele provocar pérdida de reflejos y debilidad muscular en la parte inferior del cuerpo. Tanto el síndrome de Miller-Fisher como el síndrome de Guillain-Barré se desencadenan por infecciones víricas o bacterianas previas.
Este artículo profundizará en el tema del síndrome de Miller Fisher, cubriendo sus síntomas, causas, opciones de tratamiento y medidas preventivas.
¿Qué es el síndrome de Miller Fisher?
El síndrome de Miller Fisher es un trastorno autoinmune en el que el sistema inmunitario ataca por error los nervios sanos mientras combate o elimina una infección previa o ya existente.
Aunque es una enfermedad poco común, puede manifestarse en personas de todas las edades, incluidos niños y adultos.
Dado que el síndrome de Miller Fisher suele afectar los nervios de la parte superior del cuerpo, las personas afectadas pueden experimentar dificultades de visión, equilibrio y coordinación, así como dificultad para mover los músculos faciales, los brazos y las piernas. Cabe destacar que el síndrome de Miller Fisher no es transmisible, es decir, no se transmite de una persona a otra.
Síntomas del síndrome de Miller Fisher
Los síntomas pueden variar de una persona a otra. Algunas personas presentan síntomas entre 10 y 20 días después de contraer una infección viral o bacteriana, mientras que otras pueden no presentar síntomas durante varias semanas. Generalmente aparecen de forma inesperada y persisten durante unos días.
Los síntomas comunes del síndrome de Miller Fisher incluyen:
- Visión borrosa
- Visión doble
- Párpados caídos
- Dificultad para mover los músculos faciales (parálisis facial)
- Dificultad en los movimientos oculares
- Debilidad muscular, especialmente en la cara, lengua, ojos, brazos y piernas.
- Coordinación muscular anormal o falta de coordinación
- Dificultad para tragar
- Pérdida de reflejos en los tendones
- dificultad para respirar
¿Cuál es la causa del síndrome de Miller Fisher?
El síndrome de Miller Fisher a menudo surge como resultado de una infección viral o bacteriana previa, ya que ocurre cuando el sistema inmunológico ataca erróneamente los nervios mientras combate o elimina la infección.

Se considera que los siguientes tipos de infecciones virales o bacterianas desencadenan el síndrome de Miller Fisher:
- Virus de Epstein-Barr, una infección viral contagiosa que se propaga a través de fluidos corporales, por ejemplo, la saliva.
- Infección por Campylobacter, una infección que se produce por consumir agua contaminada o sin tratar, alimentos poco cocidos o crudos, o productos lácteos no pasteurizados.
- virus del Zika, una infección viral que se produce a través de tipos específicos de mosquitos
- virus del VIH (Virus de inmunodeficiencia humana), una infección viral que afecta y debilita el sistema inmunológico.
- Haemophilus influenzae, una infección bacteriana que puede afectar e invadir diferentes partes del cuerpo.
Diagnóstico del síndrome de Miller Fisher
No existe una prueba específica que diagnostique directamente el síndrome de Miller-Fisher ni confirme su presencia. El diagnóstico inicial se basa en los síntomas, el historial médico y si ha tenido una infección viral o bacteriana en los últimos 1 a 4 meses.
Si su médico sospecha que padece el síndrome de Miller Fisher basándose en la evaluación de sus síntomas e historial clínico, es posible que proceda a realizarle las siguientes pruebas:
¿Puede ayudar la IgIV?
Información gratuita sobre el tratamiento con IgIVAnálisis de sangre
Se realizan análisis de sangre para detectar los niveles de anticuerpos en la sangre. Un nivel alto de anticuerpos puede indicar que el cuerpo ha sufrido una infección. La presencia de anticuerpos puede ayudar a confirmar el síndrome de Miller-Fisher.
Los anticuerpos ayudan en la lucha contra las enfermedades y son creados por el sistema inmunológico cuando entra en contacto con cosas extrañas como bacterias, virus, hongos u otras sustancias infecciosas.
Prueba de conducción nerviosa
La prueba de conducción nerviosa se utiliza para determinar la velocidad con la que una señal eléctrica pasa por los nervios de una persona. Si hay alguna lesión nerviosa, puede afectar el tiempo que tardan los impulsos eléctricos en viajar por los nervios.
Electromiografía
La electromiografía es otra prueba que evalúa cómo responden los músculos al recibir señales nerviosas. En el síndrome de Miller-Fisher, tanto los nervios como los músculos se ven afectados, por lo que pruebas como la electromiografía y las pruebas de conducción nerviosa ayudan a evaluar su funcionamiento.
Punción lumbar
Al igual que los análisis de sangre, se realiza una punción lumbar para evaluar anticuerpos específicos. Durante la punción lumbar, se examinan los anticuerpos del líquido cefalorraquídeo obteniendo una muestra de líquido de la columna vertebral.
Tratamiento del síndrome de Miller-Fisher
El tratamiento del síndrome de Miller-Fisher se centra en evitar que el sistema inmunitario ataque los nervios sanos. Las siguientes terapias se utilizan habitualmente:
Plasmaféresis
Plasmaféresis, también conocido como intercambio de plasma, es un procedimiento médico diseñado para aislar anticuerpos dañinos de la sangre.
Terapia con inmunoglobulina intravenosa (IVIG)
Terapia con inmunoglobulina intravenosa Administra por vía parenteral anticuerpos sanos obtenidos de múltiples donantes. La administración de anticuerpos sanos potencia el funcionamiento y la capacidad de reconocimiento del sistema inmunitario, impidiendo que ataque los tejidos y nervios sanos.
Fisioterapia
La fisioterapia, también conocida como terapia física, tiene como objetivo ayudar al paciente a recuperar la movilidad muscular, mejorando la fuerza, la coordinación, el equilibrio y la flexibilidad. Un fisioterapeuta o terapeuta ocupacional puede sugerir ejercicios o técnicas específicas para que las incorpore a su rutina con regularidad, fomentando así la mejora de la fuerza muscular y la recuperación del equilibrio.
¿Cuál es la duración de la recuperación del síndrome de Miller Fisher?
Los síntomas del síndrome de Miller-Fisher suelen aparecer rápidamente y progresar durante varias semanas antes de mejorar. En promedio, la recuperación completa puede tardar entre 4 semanas y 6 meses, lo cual puede variar según las características individuales del paciente. Otros síntomas pueden mejorar en 4 semanas, pero la recuperación de la debilidad muscular puede tardar más tiempo.
No obstante, la supervisión médica adecuada y la hospitalización son esenciales durante la enfermedad y el tratamiento, ya que dependen del estado del paciente. Esto es crucial, ya que el síndrome de Miller-Fisher puede provocar problemas cardíacos y respiratorios potencialmente mortales si no se trata con prontitud.
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Asistencia financiera para la IgIVPrevención
El síndrome de Miller-Fisher es difícil de prevenir, pero se puede tratar con éxito su causa subyacente implementando medidas de prevención de infecciones. La clave para la prevención de infecciones es una higiene perfecta, como se demuestra con lo siguiente:
- Evite interactuar con o consumir agua contaminada o no tratada.
- Mantener distancia de personas enfermas o con infecciones.
- Use y tenga a mano un desinfectante cuando esté al aire libre, y lávese las manos con frecuencia, especialmente antes de comer, después de ir al baño y al salir del exterior. Además, lávese las manos con jabón durante 2 minutos después de tocar cualquier superficie contaminada o al aire libre.
- Evite tocarse la cara, especialmente si no tiene las manos bien lavadas.
- Cúbrase la boca al toser o estornudar.











