
La inmunoglobulina intravenosa (IVIG) es un tratamiento farmacológico parenteral que contiene anticuerpos sanos obtenidos de donantes. Posee efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios, lo que ayuda a tratar la neuropatía, una afección que causa hormigueo, dolor y entumecimiento nerviosos.
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Habla con un especialistaLa IgIV se utiliza para tratar diversos trastornos nerviosos y musculares con componentes autoinmunes e inflamatorios. Los trastornos que se tratan incluyen: Síndrome de Guillain-Barré (SGB), miastenia gravis, polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica (PDIC), dermatomiositis, y otros.
La IgIV contiene diversos anticuerpos que ayudan a suprimir los autoanticuerpos dañinos y a modular el sistema inmunitario para aliviar el daño nervioso. En este artículo, analizaremos los detalles de los tratamientos con IgIV para la neuropatía. También abordaremos los síntomas y las causas de la neuropatía, los efectos secundarios de la IgIV y más. ¡Comencemos!
¿Qué es la IgIV y cómo funciona?
Inmunoglobulina intravenosa (IVIG) Es una terapia farmacológica que contiene anticuerpos combinados, los cuales se administran por vía intravenosa a los pacientes. Los diversos anticuerpos presentes en la IgIV modulan el sistema inmunitario y lo estimulan para combatir infecciones, enfermedades inflamatorias y trastornos autoinmunes.
La dosis y la duración del tratamiento con IgIV dependen de las necesidades y el estado de salud de cada paciente. La dosis inicial típica de IgIV es de 400 a 600 mg/kg de peso corporal cada 3 o 4 semanas.
¿Qué es la neuropatía?
La neuropatía se refiere al daño a los nervios, que produce debilidad, sensación de hormigueo, entumecimiento y dolor en ciertas partes del cuerpo, dependiendo del tipo de neuropatía que se presente.
Los tipos comunes de neuropatía incluyen la neuropatía periférica, que afecta a los nervios ubicados en las extremidades, como las manos o los pies. Otros tipos comunes incluyen la neuropatía diabética, el daño nervioso causado por diabetes crónica o niveles altos de azúcar en sangre, o la neuropatía autonómica, que afecta a los nervios que controlan las funciones corporales automáticas.
Indicaciones de IgIV para la neuropatía
La IgIV se administra comúnmente a pacientes en quienes la neuropatía está asociada con enfermedades autoinmunes, como la polineuropatía desmielinizante inflamatoria crónica o el síndrome de Guillain-Barré.
Por ejemplo, cuando los trastornos autoinmunes dañan los nervios, se produce inflamación y dolor. La inmunoglobulina intravenosa (IVIG) se administra para atenuar la respuesta inmunitaria contra los nervios que los atacan.
Por lo tanto, la IgIV podría no estar indicada en todos los pacientes con neuropatía, ya que depende principalmente de la causa del trastorno. Por ejemplo, si la neuropatía se debe a la diabetes, lo ideal sería controlar la glucemia con medicamentos, dieta y ejercicio.
Medicamentos anticonvulsivos, como pregabalinaTambién puede utilizarse para aliviar el dolor neuropático al bloquear la actividad eléctrica anormal en el cerebro. Si la neuropatía se debe a trastornos o deficiencias inmunitarias, la inmunoglobulina intravenosa (IVIG) puede ser una opción de tratamiento eficaz.
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Tratamientos con IgIV para la neuropatía: cómo funcionan
La IgIV ayuda a tratar la neuropatía al potenciar la respuesta inmunitaria y reponerla con una cantidad significativa de anticuerpos sanos que ayudan a reducir el dolor nervioso. Las principales acciones de la IgIV para el tratamiento de la neuropatía son sus efectos inmunomoduladores y antiinflamatorios.
Se desconoce el mecanismo exacto, pero se cree que la IgIV ayuda a tratar la neuropatía mediante los siguientes mecanismos y efectos:
Inmunomodulación
La neuropatía puede ocurrir cuando el sistema inmunitario ataca por error los nervios o los músculos debido a una enfermedad autoinmunitaria. Los anticuerpos sanos presentes en la IgIV detienen la respuesta inmunitaria y evitan que dañe los nervios.
Efectos antiinflamatorios
En pacientes con neuropatía, el dolor neuropático es un síntoma común. En esta afección, citocinas proinflamatorias (interleucina-1 y TNF-α) se sobreexpresan o se producen en exceso.
Los efectos antiinflamatorios de la IgIV suprimen las señales, lo que a su vez ayuda a reducir la inflamación y el dolor en los nervios.
Neutralización de autoanticuerpos
Al infundir anticuerpos en el sistema inmunitario del paciente, la IgIV ayuda a contrarrestar y mitigar el impacto de los autoanticuerpos perjudiciales que pueden atacar los receptores musculares o nerviosos. Esta acción ayuda a prevenir un mayor daño nervioso.
Efectos secundarios de la IgIV
La IgIV tiene el potencial de causar algunos efectos secundarios, incluidos:
- Fiebre baja
- dolores de cabeza
- Efectos secundarios relacionados con la infusión, como enrojecimiento leve, dolor o hinchazón en el lugar de la inyección.