
IgIV, también conocida como inmunoglobulina intravenosa, es una terapia farmacológica que contiene una mezcla concentrada de derivados humanos anticuerposSe utiliza para diversas afecciones, incluyendo trastornos autoinmunes y deficiencias inmunitarias en las que el cuerpo no produce suficientes anticuerpos sanos o destruye los suyos. Además, la IgIV actúa como estimulante de la respuesta inmunitaria, lo que permite al cuerpo combatir eficazmente las sustancias extrañas y potenciar su capacidad inmunitaria innata. Esta versátil intervención extiende sus beneficios a personas de todas las edades, abarcando tanto a la población pediátrica como a la adulta.
¿Puede ayudar la IgIV?
Información gratuita sobre el tratamiento con IgIVGracias a sus propiedades antiinflamatorias inherentes, la IgIV desempeña un papel fundamental en el tratamiento de diversas enfermedades inflamatorias autoinmunes. Entre ellas, se encuentran dolencias como enfermedad de KawasakiLa administración de IgIV alivia la vasculitis, la dermatomiositis y la enfermedad intestinal crónica. Este artículo explicará cómo la IgIV es una herramienta eficaz para mitigar los síntomas asociados con la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)..
¿Qué es la enfermedad inflamatoria intestinal (EII) y sus síntomas?
La enfermedad inflamatoria intestinal (EII) es una inflamación persistente del tracto gastrointestinal (TGI). La EII se refiere a dos enfermedades: la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn.
La colitis ulcerosa es la inflamación del colon (el revestimiento interno del intestino grueso) que se cree es causada por reacciones anormales del sistema inmunitario. Sin embargo, otros factores, además de los efectos inmunitarios, pueden causar colitis ulcerosa, como factores genéticos y desencadenantes ambientales como el estrés, la depresión, el tabaquismo y el consumo de medicamentos.
Algunos de los síntomas comunes de la colitis ulcerosa incluyen:
- Dolor abdominal
- Sangre en las heces
- Diarrea
- Vómitos
- Fiebre
- Pérdida de peso
La enfermedad de Crohn es otra enfermedad inflamatoria autoinmune del tracto gastrointestinal, que afecta diferentes áreas del tracto gastrointestinal, desde el estómago hasta el ano. La respuesta normal del cuerpo a cualquier enfermedad o daño, incluidas las enfermedades autoinmunes, es la inflamación. En la enfermedad de Crohn, el sistema inmunitario ataca las células sanas, lo que desencadena inflamación y causa úlceras e hinchazón en el tracto gastrointestinal.
Los síntomas de la enfermedad de Crohn incluyen:
- diarrea severa
- Dolor abdominal
- Fatiga
- Desnutrición
- Pérdida de peso
- Sangre en las heces
- disminución del apetito
- Fiebre
IgIV y enfermedad inflamatoria intestinal: cómo la IgIV ayuda a controlar los síntomas
La IgIV se utiliza a menudo en personas que no han respondido a otros tratamientos tradicionales para la enfermedad inflamatoria intestinal grave, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa. Entre el 10% y el 20% de las personas con enfermedad inflamatoria intestinal no responden a los tratamientos primarios, y en estos casos puede ser necesaria la terapia con inmunoglobulinas. La IgIV ayuda a controlar los síntomas de la EII mediante los siguientes mecanismos:
Inmunomodulación
Además de ayudar a modificar las respuestas inmunes y evitar que el sistema inmunológico ataque a las células sanas, la IgIV también contiene una variedad de anticuerpos saludables concentrados de origen humano, lo que reduce la inflamación del tracto gastrointestinal.
Regulación de citocinas
Citocinas Son moléculas de señalización secretadas por las células inmunitarias que intervienen en el control de la inflamación. La IgIV también puede influir en la creación, la actividad y la cantidad de citocinas, lo que contribuye a mejorar el sistema inmunitario y a reducir la inflamación.
Propiedades antiinflamatorias
La inmunoglobulina intravenosa (IVIG) está compuesta por una mezcla de anticuerpos, que incluyen IgG, IgA e IgM, que poseen propiedades antiinflamatorias y regulan la respuesta inmunitaria contra la inflamación. Al disminuir la inflamación, la IVIG ayuda a mitigar los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII), como diarrea, fiebre, dolor abdominal y fatiga.
Habla con un especialista
Acerca de la asistencia para copagosRegulación de las células inmunes
Como la IgIV estimula el sistema inmunológico utilizando una variedad de anticuerpos beneficiosos, también regula las funciones de varias células inmunes como células dendríticas, células T y células B. Esta doble acción ayuda a disminuir la liberación de citocinas proinflamatorias al tiempo que promueve la secreción y producción de citocinas antiinflamatorias.
Curación de la mucosa
La IgIV ayuda a la curación de la mucosa y estimula el sistema inmunológico, mejorando la salud general del tracto gastrointestinal.
Estudios sobre IgIV y enfermedad inflamatoria intestinal
Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal pueden no ser aptos para la terapia farmacológica tradicional o pueden desarrollar tolerancia a algunos fármacos para la EII tras un uso prolongado. En estos casos, se pueden administrar terapias alternativas, como la inmunoglobulina intravenosa, para un tratamiento a corto plazo.
Investigación Investigaron los efectos de la IgIV en pacientes con EII y demostraron que la IgIV es segura y efectiva para el tratamiento a corto plazo de la EII en pacientes que están contraindicados a los tratamientos estándar.
Los medicamentos antiinflamatorios, la terapia biológica, como los anti-TNFa (antifactor de necrosis tumoral alfa), y los inmunosupresores son tratamientos comunes para la enfermedad inflamatoria intestinal. La inmunoglobulina intravenosa (IVIG) reduce los efectos negativos de estos medicamentos en pacientes con intolerancia a ellos y ofrece una opción de tratamiento diferente con un perfil de seguridad distinto.
Los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal también deben realizar modificaciones en su dieta, además de tomar medicamentos. Estos cambios deben incluir el consumo de alimentos fríos y evitar comidas especialmente calientes, así como otros alimentos que aumenten la producción de heces, como el café, las ciruelas pasas y las frutas y verduras frescas. Dependiendo del estado de salud del paciente, las dosis habituales de IgIV pueden variar entre 400 y 800 mg/kg cada 4 semanas (al mes).
El candidato ideal para el tratamiento con IgIV
La IgIV no es un tratamiento de primera línea ni primario para la EII. El uso de IgIV puede ser ideal para los siguientes candidatos:
- Pacientes con uno o más trastornos autoinmunes o deficiencias inmunitarias además de enfermedad inflamatoria intestinal.
- Candidatos cuyas enfermedades autoinmunes no se controlan bien con otros tratamientos convencionales.
- Pacientes que no responden o toleran los medicamentos antiinflamatorios.
¿Qué pacientes con Enfermedad inflamatoria intestinal ¿No debería tomar IgIV?
La IgIV suele estar contraindicada en los siguientes pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal:
- Pacientes intolerantes a la fructosa.
- Pacientes que tuvieron antecedentes de reacción negativa a inmunoglobulina o IgIV.
- Pacientes que hayan recibido recientemente vacunas vivas, como la del sarampión o las paperas.
Efectos secundarios de la IgIV
El común efectos secundarios de la IgIV incluir:
- dolores musculares
- Gripe
- Náuseas
- Fiebre
- Enrojecimiento
Estos efectos secundarios ocurren comúnmente durante los primeros 2 días de infusión, pero si persisten o se vuelven graves, consulte a su médico inmediatamente.
Información del tratamiento
Obtenga autorización previa para IgIVRiesgos de la IgIV
Debido a los riesgos y complicaciones inherentes de la IgIV, su uso se vuelve particularmente deseable en casos más graves, donde se ha demostrado que otros mecanismos de acción son inadecuados para controlar las complicaciones de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Los riesgos potenciales de la EII incluyen:
- Reacciones a la infusión
- Reacciones alérgicas
- Disfunción renal
- Efectos trombóticos
Para reducir los posibles riesgos asociados con la IgIV, es fundamental mantener una actitud vigilante. Esto implica monitorear de cerca síntomas como hinchazón, dolor o sangrado, así como realizar evaluaciones exhaustivas de la función renal. Esta supervisión es crucial tanto durante como después de la administración de IgIV. Si bien la IgIV generalmente se considera segura durante el embarazo y la lactancia, es necesario mantener una conversación informada con su profesional de la salud. Es importante compartir detalles sobre su historial médico, uso de medicamentos y su afección antes de comenzar la terapia con inmunoglobulinas.