
La uveítis autoinmune es una enfermedad ocular inflamatoria que se produce como resultado de un mal funcionamiento del sistema inmunitario. Esta afección autoinmune causa inflamación dentro del ojo, específicamente en la úvea o tracto uveal, que es la capa media del ojo y proporciona irrigación sanguínea a la retina.
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Aunque la condición es rara, se clasifica como la cuarta causa más frecuente de ceguera entre los jóvenes de los países desarrollados. Aproximadamente 30.000 nuevos casos de ceguera legal Se cree que surgen de la uveítis anualmente en los EE. UU.
La uveítis autoinmune no es una enfermedad grave, pero podría poner en peligro la visión si no se diagnostica y se trata a tiempo.
Este artículo analiza los conceptos básicos de la uveítis autoinmune, incluidas sus causas, tipos, factores de riesgo, síntomas, diagnóstico y estrategias de tratamiento.
Conceptos básicos de la uveítis autoinmune y sus tipos
Los ojos son órganos muy sensibles que pueden verse afectados por factores internos (ataque inmunitario) o externos (fármacos/toxinas). En la uveítis autoinmunitaria, el sistema inmunitario se vuelve hiperactivo o presenta un mal funcionamiento, lo que provoca que ataque (inicie una respuesta inflamatoria) la úvea ocular al confundirla con un objeto extraño o una amenaza. Esta respuesta provoca la liberación de mediadores inflamatorios específicos (o moléculas) que causan inflamación ocular.
La inflamación también puede afectar otras zonas del ojo. La uveítis se clasifica en cuatro tipos principales:
Uveítis anterior
La uveítis anterior es la forma más común de uveítis que se observa en personas sanas. En este tipo, la inflamación se produce en la parte frontal del ojo y causa enrojecimiento y dolor. Se le suele llamar "iritis" porque afecta al iris, la parte coloreada del ojo.
Uveítis posterior
En este tipo, la inflamación se produce en la parte posterior del ojo, la coroides, por lo que también se denomina «coroiditis». Las personas con infecciones (parasitarias, fúngicas o virales) y trastornos autoinmunes son más propensas a desarrollar uveítis posterior.
Aunque la uveítis posterior es la menos común, es más grave que la anterior porque causa cicatrización en la retina, la capa celular que crea las imágenes. La uveítis posterior puede provocar pérdida de visión.
Uveítis intermedia
En la uveítis intermedia, la inflamación se produce en la parte media del ojo (entre el iris y la coroides), llamada pars plana. Este tipo de uveítis puede causar miodesopsias y visión borrosa, y es principalmente común en personas con esclerosis múltiple (EM).
Panuveítis
Si la inflamación se presenta en todas las partes principales del ojo, se denomina panuveítis. Las personas con panuveítis presentan una combinación de síntomas de los otros tres tipos de uveítis.
¿Cuáles son los signos y síntomas comunes?
Los signos y síntomas comunes incluyen:
- Hinchazón, enrojecimiento y dolor en el ojo.
- Visión borrosa
- Fotofobia (sensibilidad ocular a la luz brillante)
- Moscas volantes (manchas flotantes)
- Dolor de cabeza
- Conjuntiva inyectada (ojos inyectados en sangre)
Estos síntomas pueden aparecer repentina o gradualmente en uno o ambos ojos en cuestión de días. Por lo tanto, si experimenta alguno de los síntomas mencionados, contacte con su profesional de la salud inmediatamente.
¿Qué causa la uveítis autoinmune?
La causa exacta de la uveítis autoinmune aún no está clara. Sin embargo, está altamente asociada con disfunción del sistema inmunitario, infecciones y lesiones.
En la mayoría de los casos, la uveítis autoinmune también es causada por varios trastornos autoinmunes y trastornos de inmunodeficiencia, entre ellos:
- Espondiloartritis anquilosante
- Artritis reumatoide
- Esclerosis múltiple
- Slupus eritematoso sistémico
- enfermedad de Crohn
- Soriasis
- Colitis ulcerosa
- Sarcoidosis
- enfermedad de Kawasaki
Las infecciones bacterianas y virales son otra causa, que incluye:
- SIDA
- Tuberculosis
- Sífilis
- Herpes
- Virus del Nilo Occidental
- retinitis por CMV
- Toxoplasmosis e histoplasmosis
Con menor frecuencia, la uveítis autoinmune también puede ser causada por traumatismos, lesiones y ciertas toxinas.
¿Cuáles son los factores de riesgo de la uveítis autoinmune?
Los siguientes son factores de riesgo comunes que aumentan la probabilidad de desarrollar uveítis autoinmune:
- De fumar
- Género (la uveítis es más común en mujeres que los hombres)
- Enfermedades subyacentes como trastornos autoinmunes
- Infecciones
- Genética (presencia de HLA-B27)
Diagnóstico
El diagnóstico de la uveítis autoinmune es sencillo y suele ser realizado por un oftalmólogo (especialista en ojos). Este especialista realiza una prueba de dilatación ocular para diagnosticar la uveítis.
Además, un oftalmólogo también revisa el historial médico del paciente para comprobar si una enfermedad subyacente, como un trastorno autoinmune o una infección, está causando esta uveítis.
¿Cómo se trata la uveítis autoinmune?
Los profesionales de la salud suelen recetar esteroides, que constituyen el tratamiento de primera línea. Los esteroides se presentan en diversas presentaciones, como gotas oftálmicas, pastillas, inyecciones intravenosas, inyecciones en el área ocular o alrededor de ella, e implantes oculares (que administran el medicamento en pequeñas dosis). Los esteroides actúan reduciendo la inflamación ocular, aliviando el dolor y previniendo el riesgo de pérdida de visión.
En algunos casos también se prescribe medicación sistémica para controlar el sistema inmunitario, controlando así la uveítis a largo plazo.
Sin embargo, si la uveítis autoinmune se produce debido a una enfermedad subyacente, el tratamiento temprano de la enfermedad subyacente curará automáticamente la uveítis.
Conclusión
La uveítis autoinmune es una enfermedad compleja que puede afectar la visión y se caracteriza por la inflamación de la úvea, la capa media del ojo. Esta afección puede causar pérdida de visión si no se trata a tiempo. Sin embargo, un diagnóstico temprano y un plan de tratamiento preciso pueden tratar la afección eficazmente y prevenir el riesgo de pérdida de visión.
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