
La espondilitis anquilosante (EA) es una forma de artritis inflamatoria crónica que afecta principalmente la columna vertebral, la estructura ósea que proporciona la forma y la postura del cuerpo. El término «anquilosante»... significa rigidez; “espondilo” Se refiere a la columna vertebral o vértebra, e "itis" se refiere a la inflamación. En esencia, la espondilitis anquilosante (EA) provoca inflamación en las articulaciones de la columna, lo que provoca rigidez progresiva y dolor crónico, especialmente en la zona lumbar. Esta afección inflamatoria también se conoce como enfermedad de Bechterew.
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Los síntomas del SA suelen aparecer por primera vez al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta. Los hombres tienen tres veces más probabilidades de padecerlo. En Estados Unidos, aproximadamente 1,7 millones de adultos padecen SA, según... Estudio NHANES de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
En este artículo, brindaremos una breve descripción general de la EA, incluidos sus síntomas, causas, factores de riesgo, diagnóstico y estrategias de tratamiento para personas con esta afección o que tienen un mayor riesgo de desarrollarla.
Antes de profundizar en los conceptos básicos de la EA, es importante comprender esta afección y cómo afecta la columna vertebral con el tiempo.
Comprensión de la espondilitis anquilosante
Su columna vertebral Es una larga columna de huesos que se extiende desde el cuello hasta la zona lumbar. Está formada por varios huesos y tejidos blandos (es decir, colágeno) unidos como ladrillos apilados uno sobre otro. Normalmente, la columna vertebral permite que el cuerpo se mueva en todas las direcciones. Por ejemplo, las articulaciones espinales unidas al hueso de la cadera, llamadas articulaciones sacroilíacas, permiten caminar, girar y doblarse.
Sin embargo, en el caso de las personas con EA, la inflamación crónica de las articulaciones de la columna vertebral provoca rigidez. Por ejemplo, actividades cotidianas como agacharse, caminar, estar de pie y sentarse se vuelven difíciles para las personas con EA debido al dolor lumbar o articular persistente.
Además, en casos más avanzados, la inflamación puede provocar la formación de hueso nuevo (anquilosis), en la que una sección de la columna vertebral se fusiona. Esta fusión provoca deformidades espinales y, con el tiempo, la columna pierde gradualmente su flexibilidad y movilidad, lo que resulta en una espalda encorvada y limitación del movimiento.
Aunque es poco frecuente, la EA también afecta otras articulaciones grandes, como caderas, hombros y, con menos frecuencia, tobillos y rodillas. A medida que la enfermedad empeora, puede afectar las articulaciones que conectan las costillas con la columna vertebral, lo que limita el movimiento del pecho y dificulta la respiración profunda.
¿Cuáles son los síntomas comunes de la espondilitis anquilosante?
La aparición de los síntomas de EA puede variar. Por ejemplo, algunas personas pueden experimentar episodios leves de dolor, mientras que otras pueden experimentar un dolor crónico e intenso.
Los primeros signos más comunes de la EA son rigidez y dolor frecuente en la zona lumbar y la cadera (glúteos), que suele desarrollarse gradualmente durante más de tres meses. Con el tiempo, el dolor puede extenderse a toda la columna vertebral, al cuello y afectar otras partes del cuerpo.
Otros síntomas incluyen:
- Dolor de estómago y diarrea
- Síndrome inflamatorio intestinal o inflamación intestinal (observado en el 50% de los casos)
- Psoriasis (notificada en 10% de los casos)
- Entesitis
- Dactilitis (inflamación en todo el dedo de la mano o del pie)
- Anemia
- Dolor y rigidez de espalda
- Fatiga
- Cambios en la visión y dolor ocular debido a uveítis (observado en el 25 al 30 de los casos)
- Pérdida de peso y pérdida de apetito.
- Dificultad para respirar si las articulaciones de la columna afectadas se conectan a las costillas
Algunas personas pueden sentir más dolor en mitad de la noche o después de estar sentadas mucho tiempo, ya que el dolor puede empeorar durante el descanso o la inactividad. El ejercicio y el movimiento suelen ayudar a reducir las molestias.
¿Qué causa la espondilitis anquilosante?
Aunque se desconoce la causa exacta de la EA, los investigadores creen que tanto la genética como los factores ambientales influyen en su desarrollo. Las investigaciones demuestran que la genética aumenta el riesgo de desarrollar EA.
El gen del antígeno leucocitario humano B (HLA-B27) es un marcador de EA y 90% – 95% de las personas que desarrollan EA tienen el gen de mutación HLA-B27Su riesgo de padecer EA aumenta si alguien en su familia o parientes de primer grado tiene esta afección.
Sin embargo, en algunos casos raros, este gen está presente, pero el SA nunca se desarrolla. Esto indica a los investigadores que no se trata de una enfermedad puramente genética. También pueden ser necesarios factores ambientales, como una infección vírica o bacteriana, para desencadenar la aparición del SA en personas susceptibles.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Además de un factor genético (el gen del antígeno leucocitario humano B [HLA-B27]), existen otros factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar EA. Estos factores incluyen:
- Edad: Las personas menores de 40 años tienen mayor probabilidad de desarrollar EA. Por ejemplo, Alrededor del 80% de las personas experimentan los síntomas de EA antes de los 30 años., y 5% son diagnosticados con AS a la edad de 40 años.
- Género: La EA es tres veces más común en hombres que en mujeres.
- Carrera: No hispano Las personas blancas tienen mayor riesgo de desarrollar SA que otros grupos étnicos.
- Enfermedades subyacentes: Las personas que padecen otras enfermedades autoinmunes, como enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa y psoriasis, tienen más probabilidades de desarrollar EA.
Cómo se diagnostica la espondilitis anquilosante
El diagnóstico de EA puede ser difícil, ya que el dolor de espalda puede deberse a diversos problemas de salud. Los médicos pueden realizar múltiples pruebas, ya que una sola no permite un diagnóstico preciso. En pacientes susceptibles, los reumatólogos realizan exámenes físicos y siguen los procedimientos de prueba. Por ejemplo, un reumatólogo preguntará:
- Sobre sus síntomas, su gravedad y cuánto tiempo los ha tenido
- Sobre su condición médica, como si tiene un trastorno autoinmune o cualquier otra enfermedad.
- Sobre sus antecedentes familiares y si alguien en su familia tiene SA
Con base en su evaluación física, si un reumatólogo sospecha EA, entonces solicitará análisis de sangre genéticos (para la detección del gen HLA-B27) y realizará una prueba de diagnóstico por imágenes, como una radiografía o Resonancia magnética, para examinar la apariencia de su columna vertebral y pelvis, principalmente el estado de la articulación sacroilíaca, que es la principal articulación que se daña en la EA.
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¿Cómo se trata la espondilitis anquilosante?
Aunque todavía no existe cura para la EA, los reumatólogos suelen sugerir enfoques de tratamiento específicos que ayudan a controlar esta afección y reducir la gravedad del dolor.
Los tratamientos comunes para la EA incluyen:
Medicamento
Ciertos medicamentos como los AINE y FAME biológicos Se suelen recetar para aliviar el dolor y la inflamación. Esto también ayuda a retrasar la progresión de los síntomas de la EA.
Ejercicio
Dado que los síntomas de la EA mejoran progresivamente con la actividad física regular, generalmente se recomienda hacer ejercicio. Ejercicios como la natación, el yoga, los estiramientos, la respiración profunda y las prácticas posturales pueden ayudar a mantener la flexibilidad y la amplitud de movimiento.
Cirugía
Aunque es poco frecuente, es posible que en casos graves, el profesional de la salud recomiende una cirugía de reemplazo articular si existe una deformidad en las articulaciones de las rodillas o la cadera. Las personas con mala postura debido a la fusión de huesos pueden someterse a una osteotomía. Durante este procedimiento, el cirujano cortará y realineará los huesos de la columna vertebral.
Cuándo visitar a un médico
Si ha estado experimentando un dolor de espalda severo durante los últimos 2 meses o si su dolor empeora después de dejar de tomar medicamentos como los AINE, debe consultar a su médico de inmediato para una evaluación.
La presentación clásica de la EA es que el dolor empeora por la noche o temprano en la mañana (cuando uno descansa) y mejora con el ejercicio.
¿Existe una cura para la espondilitis anquilosante?
Actualmente, no existe cura para la espondilitis anquilosante. Sin embargo, el diagnóstico temprano y las estrategias de tratamiento eficaces, como medicamentos, fisioterapia y ejercicios posturales, pueden ayudar a reducir los síntomas y controlar esta afección.
Conclusión
La espondilitis anquilosante (EA) es una forma poco común de artritis inflamatoria crónica que afecta la columna vertebral y otras articulaciones del cuerpo. La presentación clínica de la EA consiste en dolor y rigidez frecuentes en la zona lumbar y los glúteos, que pueden empeorar y afectar otras articulaciones importantes si no se tratan. Esta afección se puede controlar fácilmente con un diagnóstico temprano y estrategias de tratamiento eficaces.
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