La hemofilia es un trastorno poco común en el que la sangre no coagula normalmente. La sangre contiene proteínas especializadas llamadas factores de coagulación que ayudan a detener el sangrado. Las personas con hemofilia tienen niveles bajos de estas proteínas, lo que provoca sangrado excesivo y tiempos de sangrado más largos de lo normal después de una lesión.
Aquellos con hemofilia Las personas con hemofilia leve, moderada o grave pueden padecer esta enfermedad genética según sus niveles de factores de coagulación. Cuanto más bajos sean los niveles de factores de coagulación, más grave será la afección. La hemofilia leve causa sangrado prolongado, mientras que sus formas moderada y grave pueden provocar episodios de hemorragia interna, que pueden ser mortales.
Es fundamental que los familiares de las personas afectadas por hemofilia puedan detectar los síntomas de la hemofilia y buscar tratamiento.